miércoles, 27 de mayo de 2009

MIS VALORES

De lentes negros, jeans y camisa informal camino por la calle solo. Nadie me conoce, a nadie le afecta mi presencia. Todos me esquivan, tanto la mirada como por la vereda. Nadie se me acerca. Eventualmente alguien me dice la hora, yo siento su esencia, intento distinguir si son buenas o malas personas. A veces me equivoco.
Aprendí que lo que interesa es el interior de cada persona. Lo que piensa, en lo que cree. Todo el mundo circula con sus problemas y su vida a cuesta, pero nadie se pone a mirar las aves, oler una flor, tocar el viento.
Nadie sabe todo lo que tiene, todos quieren más. No aprovechan los dones que tienen, lo que les parece algo de todos los días puede no ser común en todos. Einstein si no me equivoco dijo alguna vez que hay dos formas de ver la vida: una es creer que nada es un milagro, otra es estar convencido de que todo es un milagro. Desde mi punto de vista vivo cada obra creada como un milagro.
Al bañarse hay que disfrutar el agua caliente, porque no sabes cuándo se va a acabar. Tenés que apreciar la música del Cd que te encanta, porque no sabes cuándo se te va a rallar. La vida te va poniendo a prueba, yo reprobé.
Hoy entendí que la vida está llena de oscuridad, para poder apreciar esos momentos de luz que brillan aún más.
Hoy, doy gracias a Dios por ser ciego, así conozco en profundidad a las personas.

SOLEDAD

¿Alguna vez te preguntaste si podías sentirte solo estando rodeado de gente? bueno, la verdad es que si. Todo empezó aquel martes lejano, mejor dicho todo termino aquel martes lejano. Empecé mi día levantándome tarde, mi reloj despertador se averió y la señora gritona de al lado por hoy decidió callar. Llegué un tanto retrasado a la fábrica, el tren también amaneció tarde hoy. En horarios del mediodía empecé a creer q algo andaba mal.
Las luces no brillaban tanto como en días anteriores, el silbido del horario de descanso sonaba más grave y hasta las paredes empezaron a tornarse un tanto más grises. Pero no fue sino hasta el horario de salida cuando camino a casa de Zaira me topé con mi abuelo. Un ser tan extraño como viejo. Un tanto distraído, lo traté como si lo viera con frecuencia, cuando la realidad era que sólo nos veíamos cinco veces al año; para su cumpleaños, el mío, la misa de mis padres, una que otra navidad y para el algún entierro de uno de los tantos seres extraños de la familia.
Me dijo sin más rodeos que le quedaba poco tiempo en este mundo, que la enfermedad de la abuela los iba matando a ambos poco a poco. Después de esos veinte minutos retomé mi camino a lo de mi futura esposa. A pocos metros de su casa fue cuando lo descubrí. Ella no me amaba. Quizá suene a que fue un sexto sentido, pero la verdad fue que la ví besándose con un tipo que no viene al caso. Sin otra cosa en mente que una decepción tremenda que me invadía, me abalancé hacia este sujeto que estaba en el lugar correcto pero en el momento equivocado, y por el impulso de mi enojo este personaje cayó. No recuerdo con exactitud lo que ocurrió después.
Después de un año leí en un viejo periódico que se golpeó la cabeza con un ladrillo mal ubicado. Pero eso no cambió nada, yo sigo encerrado en esta prisión sin poder ni querer hacer nada. Hoy más que nunca me siento solo, rodeado de otros 56 presos y 42 efectivos policiales… pero solo.

SEXA

-Papá
-¿Hummmm?
-¿Cómo es el femenino de sexo?
-¿Qué?
-El femenino de sexo.
-No tiene
-¿Sexo no tiene femenino?
-No
-¿Solo hay sexo masculino?
-Sí. Es decir, no. Existen dos sexos. Masculino y femenino.
-¿Y cómo es el femenino de sexo?
-No tiene femenino. Sexo es siempre masculino.
-Pero vos mismo dijiste que hay sexo masculino y femenino.
-El sexo puede ser masculino o femenino. La palabra “sexo” es masculina. El sexo masculino, el sexo femenino.
-¿No debería ser la “sexa”?
-No.
-¿Por qué no?
-¡Porque no! Disculpá. Porque no. “Sexo es siempre masculino.
-¿El sexo de la mujer es masculino?
.Sí. ¡No! El sexo de la mujer es femenino.
-Y ¿cómo es el femenino?
-Sexo también. Igual al del hombre.
-¿El sexo de la mujer es igual al del hombre?
-Sí. Es decir… Mirá. Hay sexo masculino y sexo femenino, ¿no es cierto?
-Sí
-Son dos cosas diferentes.
-Entonces, ¿cómo es el femenino de sexo?
-Es igual al masculino.
-Pero, ¿no son diferentes?
-No. O, ¡sí! Pero la palabra es la misma. Cambia el sexo pero no cambia la palabra.
-Pero entonces no cambia el sexo. Es siempre masculino.
-La palabra es masculina.
-No. “La palabra” es femenino. Si fuera masculino sería “el pal…
-¡Basta! Andá a jugar.
El muchacho sale y la madre entra. El padre comenta:
-Tenemos que vigilar al gurí…
-¿Por qué?
-Sólo piensa en gramática

LITERATURA Y FELICIDAD

La literatura está cargada de fatalidad y de tristeza
¿Por qué? La vida no es siempre fea. Lo que pasa es que, en el fondo, la literatura es un conjuro contra la infelicidad y la desdicha. La gente quiere ser feliz. Pero la felicidad no hay que escribirla: hay que vivirla. O por lo menos intentar vivirla. En la literatura se pone el deseo, la nostalgia, la ausencia, lo que se ha perdido o no se quiere perder. Por eso es tan difícil escribir una buena historia feliz. La historia de amor más hermosa que se ha escrito es Romeo y Julieta. Pero es una catástrofe. Ella tiene 14 años y él 18, y terminan suicidándose. Qué linda historia de amor. Uno confunde la felicidad con felicidades, con ciertos momentos transitorios de dicha o alegría. La felicidad no existe. Existen pequeños instantes de felicidad, o alegrías fugaces, que, si se consigue perfeccionarlos en la memoria pueden ayudar a vivir durante muchísimos años. La literatura también es un intento de eternizar esos momentos.

DE NOCHE YO ESCRIBO

de noche yo escribo
de noche soy yo
la noche me inspira
la noche soy yo
no quiero nada del dia
pues de dia vivo mi mentira
solo la noche me entiende
porq la noche soy yo
la mañana me pone un disfraz
en la tarde sigo en papel de ajeno
pero de noche llego yo
la noche es mi momento
la noche me hace sentirme
la noche me invita a soñar
de noche yo siento q vivo
viviendo de noche quiero estar
fumar, tomar y volar no sirve de nada
son cosas q no quiero ni probar
porq de noche me siento tan vivo
y es lo único q me hace soñar
compañía como la noche no encuentro
amigos, familia, algún par
no necesito a nadie al lado
porq la noche no invita a buscar.

domingo, 24 de mayo de 2009

¿POR QUÉ LA GENTE GRITA?

Un día un maestro preguntó a sus discípulos lo siguiente:
-¿Por qué la gente se grita cuando están enojados?
Los discípulos pensaron unos momentos:
-Porque perdemos la calma dijeron. Pero, ¿por qué gritan cuando la otra persona está a tu lado?, preguntó el maestro. ¿No es posible haberle en voz baja? ¿Por qué gritan a una persona cuando están enojado? Los discípulos dieron algunas otras respuestas pero ninguna de ellas satisfacía al maestro.
Finalmente les explicó:
-Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho y para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse. Mientras más enojados están, más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno a otro a través de la gran distancia.
Luego, el maestro preguntó:
-¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran? Ellos no se gritan sino que se hablan suavemente, ¿por qué? Porque sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellas es muy pequeña.
El maestro continuó:
-Cuando se enamoran más aún, ¿qué sucede? No hablan, solo susurran y se vuelven aún más cerca en su amor. Finalmente, no necesitan siquiera susurrar, solo se miran y eso es todo. Así es cuando están cerca dos personas que se aman.
Luego el maestro dijo:
-Cuando discutan no dejen que sus corazones se alejen, no digan palabras que los distancien más, porque llegará un día en que la distancia sea tan grande que no encontrarán de nuevo el camino de regreso.

ELLOS SON PODEROSOS

No digas que tienes sed, porque te darán un vaso con tu sangre.
No digas que tienes hambre, porque te servirán tus dedos cortados.
No digas que tienes sueño, porque te coserán con hilo los párpados.
No digas que amas a alguien, porque te traerán su corazón putrefacto.
No digas que quieres al mundo, porque multiplicarán los incendios.
No digas que buscas a Dios, porque te llenarán de brasas la boca.
No digas que está bello el rocío que dulcemente cubre los campos,
porque en cada gota celeste inocularán pestilencia.

JUAN EL TONTO

Había una vez un muchacho llamado Juan, al que todos apodaban “en tonto” porque parecía creerse todo lo que le decían, aunque fueran las mentiras más grandes del mundo.
Tenía por patrón a un hombre muy bromista que en cierta ocasión y deseando reírse de él, lo invitó a su casa a cenar, pues había carneado un chanco. Terminado el trabajo Juan fue a su rancho, se lavó, peinó, se puso unos pantalones nuevos y montando en su burro fue a casa de su patrón.
-¡Qué buen mozo te has venido muchacho!- exclamó al verlo –Vení, sentate que vamos a charlar un rato.
Y señalando los pantalones de Juan preguntó:
-¿Cómo se llama eso qué traes puesto? –Pantalones patrón.
-¡No tonto! Se llaman garabaltas – ¡Garabaltas! –Dijo Juan y se calló.
-¿A ver decime, cómo se llama eso?- le preguntó después el patrón señalando las alpargatas que tenía puestas. – ¡Pero patrón!, no me va a decir que no lo sabe, se llaman alpargatas, -sos vos el que no sabe: se llaman chirimiques.
-¡Chirimiques! –repitió Juan, asombrado. –Pero cómo puede ser que un muchacho como vos sea tan zonzo y no sepa cosas tan simples. Mientras esperamos que el asado esté listo, voy a enseñarte algunas cosas más. ¿A ver decime cómo se llama eso? -preguntó señalando al gato que dormía tranquilamente junto al fuego.
-¡Pero si es un gato patrón! –No, no, no, se llama avecazaratas -¡Avecazaratas! –Así es, ¿y a eso como lo llamas? –Fuego, patrón - ¡-no, no, no! Se llama alumbrancia. - ¡Alumbrancia! –Así es, pero vení, vamos a comer.
Mientras cenaban el patrón, que seguí con muchas ganas de burlarse de Juan, continuó preguntándole: -y eso ¿cómo se llama? –Pero patrón, es agua –No, hombre, es aclarancia - ¡Aclarancia!- repitió Juan. –Decime ahora, ¿cómo se llama eso que está afuera y se ve por la ventana? -¡Ah! Es un hermoso trigal, patrón- contesto rápidamente el muchacho. –No, Juan se llama bitoque.
-¡Bitoque! – Permanecieron callados un rato pero el patrón que se había propuesto reír toda la noche del muchacho, continuó preguntando:
-¿Viniste caminando Juan? – No patrón, en mi burro. – Pero no se llama burro, Juan, se llama filitroque - ¡Filitroque! – repitió. Terminaron de comer y sobre el asador quedaron varios chorizos, Juan al verlos dijo: - Que pena, patrón, que han quedado esos chorizos sin comer.
-¿Cómo los llamaste? –Cho-ri-zos. – Juan, se llaman filitraca - ¡Filitraca!
-Sí, sí, filitraca, y podés llevártelos si querés. Yo me voy a dormir, mañana tengo que madrugar- dijo el patrón, con ganas locas de salir de la cocina, para poder reírse de todas las tonterías que le hiciera creer a Juan.
Quedó el muchacho sentado junto al fuego, pensando en todo lo que le había dicho su patrón. Cuando de pronto saltó una brasa que cayó justo sobre el lomo del gato que dormía junto al fuego. El animal al sentir que se le quemaba el lomo, salió corriendo en dirección al trigal. Juan vió que comenzaba a incendiarse el trigo…, y gritó al patrón:
-Patrón, póngase los chirimiques y también las garabaltas
que el avecazaratas se ha ido vestido de alumbrancia
y si no viene con aclarancia se le quemará el bitoque.
¡Yo me voy en filitroque y me llevo la filitraca!
Al oír los gritos de Juan pero sin entender una sola palabra de lo que decía, el patrón salió corriendo. Y encontró el trigal envuelto en llamas. El esplendor del fuego iluminaba todo el campo y a su luz pudo ver a Juan montado en el burro se iba llevando los chorizos que habían quedado y lo saludaba con la mano.

viernes, 22 de mayo de 2009

UN TRUEQUE ERRADO



No encontré mi camisa de la suerte. Los zapatos estaban al costado de mi cama como todos los días, pero de la camisa nada. Ahí entendí que mi día empezaría mal. Era mi primer día de facultad y yo solo quería q fuese perfecto. A pesar de mis tantos problemas en casa pensé que mi nuevo año arreglaría algunos problemas de los que no podía escapar.
Llegué pasada las ocho treinta, después de dar varias vueltas por toda la facultad finalmente encontré mi clase. Era un curso de audiovisual donde estaba un profesor flaco, alto, con lentes y un traje que parece había usado toda su vida. Decidi dejar de lado su apariencia para poder concentrarme en encontrar un buen lugar para poder ver el video que estaban pasando a modo de introducción. Luego de cuarenta minutos de película, el profesor paró la cinta y aclaraba los ángulos de la cámara, temas de iluminación, etc. Pero mi curiosidad me llevó más allá.
Toque con timidez el hombro de un compañero bastante mayor que yo q se encontraba a mi derecha. Él solo se limito a decirme con una mueca que luego hablaríamos, al parecer se encontraba muy interesado en la trama de la película. Pasaron al menos tres minutos desde aquella interrupción de mi parte, cuando el flaco del frente nos cedió un cuarto de hora para fumarnos un cigarro, ir al baño, a la confitería o que se yo que actividad. Ahí fue cuando aproveche mientras le convidaba fuego a mi vecino, para preguntarle sobre la trama de la película. Sonriendo de una manera única me dijo que la película era de trama entendible, un sujeto llamado Bob le había cambiado el alma al diablo por riquezas y mucho poder, al parecer este hombrecito estaba muy satisfecho con dicho trueque.
Luego de escuchar ese trozo de película recordé con pesar todos mis problemas económicos, sin mencionar que tenia a mi novia embarazada de tres meses y sin sueldo para mantener a mi futuro hijo. Eso sin mencionar la cirugía de mi padre que la llevaba cuatro años esperando hasta juntar algo de dinero. Fue en ese momento cuando bromeando le dije a mi vecino lo fabuloso que seria que se nos presentara una oportunidad así. Él sonriendo me dijo que no era para nada imposible, que solo había que buscar a la persona indicada. Con una mirada muy simpática me dijo que en ese momento me encontraba con la persona correcta, intrigado lo mire sorprendido, sin saber que mas decir.
¿Estás listo para hacer un trato conmigo?, me dijo mirando hacia el campo de perfil hacia mí. Eso depende de que quieras a cambio, dije para ver hasta dónde iba con su “broma”. Fácil, solo pido tu alma y te cumpliré tres deseos q me pidas en este instante. Muy bien, me parece que lo que quiero es que mi padre no padezca ninguna enfermedad, tener una cuenta de ahorro ilimitada con tarjeta de débito y un Ferrari rojo con todos los chiches que pueda tener un auto.
De un momento a otro solo me miró, sacó un papel de su bolsillo y me dio una pluma roja que supuse era para firmar aquel pergamino de textura rugosa. Puse mi firma casi por inercia, y mi vecino sonriendo desapareció en una ligera cortina de humo. Sin saber que había sucedido metí mi mano al bolsillo y saque un llavero con un caballito negro en el llavero. Al salir a la playa de estacionamiento vi un lujoso auto rojo con unas llantas impresionantes y un brillo que deslumbraba a quien lo miraba. Me acerque medio temeroso y abrí la puerta como entendido del asunto. Luego lo encendí y fui a casa de Marta a ver si a ella también la había afectado mi pacto.
Tarde solo un instante en llegar a lo de mi novia, toque la puerta y me abrió vestida con un traje de pana liso y muy elegante, me miro sorprendida y me pregunto cómo me había ido en mi primer día. Le dije que mejor de lo que en realidad esperaba. Desde entonces todo fue muy raro, me levantaba sin dolores de espalda, sin preocupaciones, sin angustias… solo podía concentrarme en que gastar mi nueva fortuna.
Habiendo pasado veinte años, después de una vida sin privaciones decidí que mi hija tenía que estudiar en una universidad decente y muy prestigiosa. Mi padre hubiera estado orgulloso de ver que por lo menos un Torres se recibiría de licenciado. Decidí que lo correcto era llevar a mi hija Pía a su primer día, desde niña su sueño era conducir programas como su famoso y aclamado padre José Torres. Allí fue cuando caí en la cuenta de que la organización de la universidad era pésima en todas las instituciones. Estuvimos más de una hora para encontrar la sala de su primera clase.
Fue curioso experimentar aquel deja vu, ya que me vi a mi entrando de nuevo a un salón donde era el chico nuevo. Pero como toda historia tiene sus casualidades, la mía fue la de encontrar a aquel flaco de lentes con el mismo y oscuro traje eterno. Solo que ahora su pelo era más blanco y su velocidad de expresión se había reducido considerablemente.
Apenas entramos al salón Pía encontró dos asientos a un lado. Nos sentamos y pusimos atención a la película que estaba pasando en un televisor plasma situado en medio de la pizarra. Apenas sentí el nombre Bob, se me erizó la piel como nunca antes en mi vida. Recordé que la película era la misma, busque por todos lados a mi vecino para ver si asistía a estas sesiones en busca de nuevos clientes, pero nada. No lo vi en ningún lado. Supuse que ahora se vería diferente así que decidí dejar de buscarlo. Y puse mucha atención al desenlace de la película.
De repente me sentí interpretado por un mal actor al que llamaban Bob, estaba viendo el calvario que era mi vida sin darme cuenta. Noté que habían pasado veinticinco años sin haber sonreído, sin haber abrazado a alguien y sentirme querido. Me di cuenta de lo vacía que había sido mi vida. Y comprendí que con mi alma se habían ido todos mis placeres, todos mis gustos, mis manías. De pronto no era más que un conductor de noticias serio sin muecas, como de plástico y sin sentimientos. Salí corriendo de la sala para intentar despertar de una pesadilla que no era más que el reflejo de mi error. Estando afuera me senté en el capó de mi nuevo Ferrari con más usos que el anterior, pero de la misma calaña. Apurado e intentando calmarme saque del bolsillo de mi saco un cigarrillo importado y lo puse en mis labios. De repente una mano con un guante negro y un encendedor entre los dedos se acerco para encender al causante de mis males de pecho. Prendí mi cigarro, di las gracias y alcé la mirada. Era mi vecino con la misma mirada simpática y sonrisa tramposa que recordaba. No me asuste al verlo, pero me dieron unas ganas de golpearlo con todas mis fuerzas.
Mirándome fijamente a los ojos me dijo en tono tranquilo, “no tengas cuidado de acabar pronto el cigarro, todavía te quedan un par de días…” entré en pánico y solo se me ocurrió subir a mi auto y manejar sin rumbo. De repente me encontraba en la puerta de la casa de mis suegros, solo que ahora ya no tenía esa pintura de color verde manzana que habíamos comprado hace unos meses, y la ventana estaba destrozada, como algún momento la habían dejado las pedradas de los niños malos de la cuadra. Extrañado toque la puerta para preguntar qué había sucedido. Y ahí estaba Marta, con su mirada angelical de color verde y su sonrisa que calmaba todos mis males abriendo la puerta. La miré como hacía rato que no la miraba. La vi más joven, más delgada y con mucho más amor. De un momento a otro la abrace y voltee hacia la calle, y mi Ferrari ya no estaba, solo se encontraba el bocho que manejaba a los diecinueve años. Y mire mi traje importado desde Francia y noté que no estaba, había sido sustituido por una campera vaquera que llevaba en mi familia dos generaciones. Besé a Marta y salí corriendo a la calle a besar mi bocho. Había recuperado lo que había empeñado hace tanto tiempo: mi vida.

¿ALGO MAS?

Que más necesitas de mí
te di todo lo que tengo
hasta quedar así
No tengo nada más para ofrecer
no tengo nada más, ni
quiero tener…
Te llevaste todo y sigo en deuda
me dejaste con nada, solo
algunas penas…

LA DIVERSIÓN

Sol de la vida
No somos maquinas
Necesitamos descanso y alegría
Pero no vivir de fiesta
SerÍa muy salado
Y estaríamos dilapidando el tiempo
Que es irrecuperable
La diversión es un recreo
Diviértete con alegría,
Plenamente,
Haciendo lo que te gusta,
Libremente
Evitando choques con la conciencia
Asume tu personalidad
Y no vivas prisionero
De los criterios ajenos
Hazlo porque lo sientes
No porque lo hacen otros
O la propaganda
Te convence que es la onda
Me espanta el rostro
De algunos ídolos rockeros
De moda,
Por la frialdad,
El salvajismo
Y la desesperanza que expresan
Y mucho de lo que cuentan,
Para mÍ, no es audaz,
Es guarango y mal intencionado


Dios te quiere feliz
El mundo te necesita alegre, renovado
Para construir un futuro de abrazos
Y encuentros sonrientes, donde la amistad
Será el plan diario de las relaciones
El respeto, la ley que señala pautas
Y la libertad el aire que se respire
Alégrate sanamente
Y con el entusiasmo encendido
Libera las angustias
Evitando los desbordes
Los pájaros se divierten
Construyendo sus nidos.

CUANDO LOS RATONES NO EXISTAN


El citadino se burla del provinciano que desconfía del recién llegado que sospecha del afroamericano que recela del blanco que desprecia al francés que rechaza al polaco que duda del inglés que segrega al brasileño que se ríe del gallego que hace bromas sobre el argentino que margina al boliviano que rechaza al gringo que ofende al indio que huye del católico que humilla al judío que se aparta del palestino que mata al israelí que pelea con el árabe que desprecia a la mujer que maltrata a los chicos que pisan al sapo que come insectos que pican al hombre flaco que discrimina al gordo que se ríe del travestido que rechaza al policía que abusa del ladrón que roba al adolescente que señala al homosexual que critica al cura que rechaza al político que se aprovecha del débil que maldice al fuerte que atropella al distraído que vitupera al viejo que engaña al joven que contradice al adulto que se queja de su jefe que odia al gerente que acosa a su secretaria que envidia al cadete que huye del director que está harto del cliente que exige del vendedor que engaña al comprador que insulta al fabricante que se queja del funcionario que desdeña al periodista que hostiga al camarógrafo que prepotea al entrevistado que insulta al intelectual que señala al ignorante que ofende al estudioso que reprocha al médico que subestima al enfermo que sufre al burócrata que patea al gato que se come al ratón que muerde el tobillo y contagia la rabia.
El día que no existan más ratones se acabara la rabia y el mundo será un lugar maravilloso.

LA MARAVILLOSA MEDIA HORA

Media hora no puede cambiar tanto mi mundo, pensé. Cuando con las siete de la tarde
pesándome en cansancio después del trabajo, llegué a mi casa, teléfono en mano y me enfrenté mano a mano con el 4216428. Una voz melodiosa atendió mi llamado. Hable algún tiempo con la dueña de aquella encantadora voz. Nos dimos cuenta de todo lo que teníamos en común. Luego de aquella experiencia mi vida cambió por completo.
Me di cuenta de lo bonito que es amar, aunque me enfrentaba con el rollo de los celos, amores no correspondidos, diferencias secundarias que te impiden lograr ese precioso objetivo que es estar con la persona amada. A pesar de todos los inconvenientes que vienen con el amor me decidí a amar por primera vez.
Muchas veces me dijeron que el amor duele, pero también me dijeron que es hermoso estar con una persona correspondida. Fue una mezcla de opiniones que llegaron de distintos puntos de mi vida, pero decidí amar…
Tiempo después de conocernos un poco, tras algunas peleas por problemas de amores pasados, todo llevó a peleas y reconciliaciones. Yo era nuevo en esto. Ella al parecer, no.
Así fue que me encaminé en el mundo del amor. Aquella mujer disparaba palabras que en otra voz hubiesen sonado normales o sin sentido. En ella era poesía pura. Como poesía era su figura y su rostro de ángel. El caso es que después de ese día en que enuncié por primera vez un “te amo”, el sol era otro, la luna la cambiaron y el color de las casas y el aroma del aire y el cielo me abrazaba de una manera diferente, con cariño. Era feliz con el solo hecho de pensar en ella.
Siempre tenía prioridades, pero no me importaba, el amor era más fuerte. Pero aunque la sentía tan mía, no lo era. Nunca le saqué un beso, nos vimos solo un par de veces. Pero he aquí la parte cursi de la historia, la cosa es que no me hacía falta darle un beso, creo que lo que teníamos era tan fuerte que no hacía falta expresarlo, era un amor tan puro que no necesitábamos expresarlo de las formas tradicionales. Ahí entendí que lo nuestro era especial.
Pasaron muchas cosas desde aquel jueves en que llamé por primera vez al amor de mi vida. Todo era maravilloso, hasta que comenzó el problema de lidiar con los sentimientos.
Un día llegó el momento de pelarnos, siempre pasa en todas las relaciones, no veía por qué en la nuestra no iba a llegar. Pero supuse que lo solucionaríamos. En aquél día comprendí que nada sería igual. Allí empezó a cambiar su “te amo” por un solo “te quiero mucho”, quizá nunca se dio cuenta de lo que significo ese cambió para mí, o quizá si, pero no dijo nada.
Llegamos al punto en que me miró fijamente a los ojos y no dudo en decirme que salga de su vida para siempre, allí intenté cortar de raíz el sentimiento que seguía creciendo dentro de mí. Luego de tres días, un miércoles para ser exacto, llamó. Me sorprendió su llamado, de verdad. Pero lo que más me sorprendió fue la propuesta, la de ser “amigos”. No es nada raro, pensé, pero viniendo de ella me sorprendió la actitud. Nadie dice: “¡no quiero que me molestes más!”, mirándote a los ojos, y tres días después te llama diciendo que quiere ser tu amiga. Pero bueno, como pobre hombre enamorado dije que sí.
Allí fue que comenzó a tratarme como amigo, y yo hice igual. Nos sentíamos diferentes, bueno, me sentía diferente. Sentía que tenía obligaciones con ella, como si fuera el novio. Pero no lo era. Y ella lo tenía bien en claro.
Algún día cercano a la fecha, aclare todo y me quedé tranquilo. Hablé con ella y aclaramos los límites de nuestra nueva relación. Ahora solo somos amigos, muy buenos por cierto, pero en lo profundo de mi corazón sigue presente aquel sentimiento que empezó desde aquel: “hola, ¿sos Lulú?”.
Hoy, ella está de novia con un buen chico, simpático y muy buen mozo al parecer. Yo, embriagándome cada vez que puedo para borrar su recuerdo e intentar opacar su amor con otros pasajeros. Y otra vez antes de dormir, media hora no puede cambiar tanto mi mundo, pensé.